Consideremos por un momento la siguiente paradoja. Por una parte, el ideal de una igualdad moral fundamental entre los seres humanos, aunque herencia remota del cristianismo, aparece a partir del triunfo de la revolución francesa como universalmente indiscutible. Se trata de un ideal repetido hasta el paroxismo en las constituciones, las declaraciones de derechos y la retórica política de las democracias de Occidente. Por otra parte, una mirada más que superficial a todas las sociedades, históricas y contemporáneas, nos permite apreciar que la desigualdad es una condición omnipresente en la civilización humana (…)

Publicado: 2016-09-11

Monografía